Introducción innecesaria.
Apuñalando mis principios en una lenta y dolorosa clickisidad me veo imposibilitado de reducir la histeria de mis reflujos de conciencia. No es para agradarte, sino, por una necesidad casi personal. aunque todo lo que escriba será usado en mi contra.
Sólo espero que de esto… Dios no se entere.
